En el foco de atención está el personaje de Mirjana. Su relación con las personas que la rodean y la relación de esas personas con ella representan su biografía, su vida y su cotidianidad.
Así, Mirjana es hija, madre, ex mujer, amante, vecina y amiga. Así, Mirjana está feliz, triste, orgullosa, enamorada, desilusionada y amargada. En la cotidianidad que vive, de tantas reglas y papeles que juega en la vida, parece que se haya olvidado quién es ella en realidad. Lo intentará descubrir en los pocos momentos de soledad cuando está completamente sola, bebiendo café y fumando.
En algún momento, alguien dirá: “No te preocupes por la vida, lo que importa es que tú estés bien”. ¿Cómo llegar a ese “tú”? ¿Quiénes somos nosotros, de todas formas? ¿De qué estamos hechos? ¿Cómo construimos nuestras vidas y cómo hacemos equilibrio entre lo que somos, lo que se espera de nosotros y lo que quisiéramos ser?
Mientras observamos las vidas de Mirjana y los personajes que le rodean, podemos reconocernos a nosotros mismos y nuestra propia lucha por la vida que estamos viviendo. La lucha en la que hay belleza, tristeza, humor, dolor, pero también poesía.